Salta Planetas

La primera de estas tres imágenes corresponde al resultado final de un folleto para promocionar un concurso educativo a través de la web; el nombre definitivo de dicho proyecto es Salta Planetas.
He decidido subir las otras dos imágenes pues puede ser interesante ver cómo ha sido la evolución de este encargo. La idea es común a las tres propuestas, pero con tratamientos gráficos distintos. Desde el propio nombre del proyecto que primero fué Cosmic, luego pasó a llamarse Planet Rider y quedó finalmente en Salta Planetas. La causa de este cambio de título ha estado en la imposibilidad para registrar los dos anteriores.
Mis primeras propuestas gráficas al cliente le parecieron que iban dirigían a un público más infantil del que realmente nos dirgiamos. Esta es una opinión que tiene un componente subjetivo importante.
En ocasiones uno, como diseñador o como ilustrador, está satisfecho con el resultado que presenta ante el cliente y cree haber dado con la solución acertada. Por eso cuando el cliente desestima dicha propuesta cuesta digerir el «fracaso» y afrontar con buen ánimo las críticas. Personalmente siempre necesito darme un poco de tiempo para volver sobre el encargo con ganas renovadas. Esto es siempre más fácil cuando las observaciones del cliente son justificadas . Como diseñadores sabemos que no siempre es así y hay clientes que realizan cambios sobre cambios y después de un tiempo nos damos cuanta de que realmente no saben lo que quieren.
En todo caso cualquiera que sea la situación si enfocamos un trabajo desde el puto de vista de «el tiempo es dinero», es claro que llega un punto en que un trabajo deja de ser rentable. Si esa es nuestra única ecuación caemos entonces en la desgana y la relación con el cliente se irá deteriorando.
Pero si enfocamos la situación como una manera de crecer profesional y personalmente, a partir de ese punto es donde más posibilidades tenemos de aprender. El trabajo así podría ser un ensayo sin fin.
En la ecuación tiempo/dinero, juega otro importante factor y son los valores. Así cuando damos por terminado un trabajo la satisfacción es mayor cuando percibimos que el cliente está realmente satisfecho con el trabajo y nosotros hemos aprendido algo.