
Comencé a mirar con curiosidad el fenómeno de las agencias de microstock hace un par de años. El primer contacto directo lo tuve hace un año en que recurrí a una imagen de Istockphoto para solucionar un asunto urgente y muy concreto con un cliente. Después de este primer contacto como comprador, me planteé que tenía seleccionadas una cuantas fotografías que consideraba podrían ser aceptadas en estas agencias y probar a sacarles algún rendimiento económico.
Me lancé a investigar decidido a probar en Istockphoto y en Sutterstock; la ignorancia es osada. En pocos días estudié los requisitos y particularidades de ambas agencias y subí una selección de mis más apreciadas fotografías pensando que iba a ser rápido y sencillo el que fueran aceptadas. La respuesta llegó en pocos días y me encontré con que todos las fotografías que había subido a ambas agencias habían sido rechazadas. La mayoría de los motivos del rechazo no alcanzaba a entenderlos completamente. Me di cuenta que mis conocimientos de fotografía no eran suficientes. Me gusta la fotografía pero no soy fotógrafo profesional, me faltan los conocimientos y la práctica continuada. Comprendí que si quería adquirir estos conocimientos que se me requerían tenía que trabajar realmente en serio y dedicarle mucho tiempo. Creo que lo volví a intentar, y volví a fracasar. Me desanimé, me lié con otros asuntos y me olvidé por un tiempo. Quizá podría haberlo intentado en otras agencias pero entonces pensé que salvo esas dos el resto no tenían mucho interés o futuro (cosa en la que me equivoqué). Quizá hubiera ido un poco mejor en otras agencias, pero realmente no creo que el resultado hubiera sido muy diferente.
Recientemente empecé a encontrar ilustraciones vectoriales interesante en algunas de estas agencias. Di con algunos blogs de ilustradores contando sus experiencias de manera positiva y se me despertaron las ganas de volver a intentarlo, esta vez como ilustrador.