Un trabajador autónomo debe encontrar la motivación para seguir adelante con su proyecto. Creo que esto es muy complicado si uno realmente no se siente a gusto haciendo lo que hace: en la medida de lo posible debemos elegir trabajar en aquello por lo que sintamos una atracción y una facilidad natural.
En ocasiones cuando comento con otras personas (que por lo general tienen que hacer a diario un pequeño viaje para llegar a su oficina) que yo trabajo en casa y que soy autónomo, me manifiestan en ocasiones su deseo de trabajar de esta manera en el futuro. Parece atractivo y ciertamente yo me siento agradecido por varios motivos, el fundamental es el haberme permitido compaginar la vida familiar con el trabajo diario. Esta condición también tiene sus inconvenientes y ciertamente creo que no es válida para cualquier persona. Como freelance debemos cultivar una gran flexibilidad para adaptarnos a los cambios y para llegar a disfrutar de lo que se va presentando manteniendo una base de confianza.
¿A qué llamamos éxito?
Actualmente se encuentra disponible muchísima información en internet; tutoriales, blogs, foros, redes sociales... (hace pocos años todo esto no estaba ahí) y esto ofrece gran oportunidad para evolucionar y crecer profesionalmente. Podemos descubrir y entrar en contacto con otros profesionales que hacen trabajos que nos deslumbran al otro lado del mundo, o descubrir que tiene el estudio en nuestra misma ciudad o pueblo. Trabajar con clientes que están en otras ciudades o países y a los que no hemos visto nunca directamente.Últimamente he encontrado muchos artículos que giran en torno al éxito y la productividad. De algunos he aprendido cosas que me han resultado valiosas: en algunos encuentro motivación, en otros consejos o ideas que hasta el momento no había contemplado, pero me he dado cuenta de que en ocasiones se pondera de forma insistente y desmedida el éxito profesional. La idea de "éxito", que por otro lado es destacado desde siempre en el ámbito empresarial, puede ser a nivel personal también un motor que nos empuje a evolucionar. Se estima la carrera profesional como una búsqueda destinada a obtener algo llamado "éxito". Cuando hablamos de éxito todos tendemos a dar por supuesto de qué se habla y parece obvio que todos lo buscamos de alguna manera, pero si nos detenemos a reflexionar sobre esto podemos ver que quizá no nos sea tan sencillo definir este concepto. Podemos llegar a considerar si realmente es algo a lo que debamos dar un papel tan relevante en nuestra vida. La trampa de estar en la búsqueda del éxito futuro puede ser de nunca acabar y hacernos perder el sentido y el disfrute de vivir el momento presente. Queremos acometer nuevos proyectos (sin poder centrarnos de verdad en cada uno de ellos), ser más productivos, más eficientes, encontrar nuevos clientes y obtener reconocimiento. Si no nos cuidamos podemos encontrarnos un buen día sufriendo de estrés, ansiedad, dolores de espalda, insomnio –muchos hemos pasado por esto– y sintiendo que hemos perdido el interés por nuestro trabajo o una falta de sentido general en lo que hacemos.
También se me hace evidente que cuando se habla de éxito nos centramos de manera automática en el éxito profesional y solemos pasar por alto todo lo demás. Debemos ser conscientes de que al igual que asumimos un compromiso con cada cliente y proyecto hemos asumido un compromiso (mucho más largo y profundo) con las personas con las que convivimos y que comparten nuestro proyecto vital; nuestra familia. Trabajar en casa tiene sus beneficios para la conciliación de la vida laboral y personal, pero debemos ser muy cuidadosos para no desperdiciar esta gran oportunidad. Dedicar un tiempo de calidad y una atención plena a relacionarnos con nuestra familia es necesario y nos va a aportar los mejores momentos del día además ayudarnos seguir en nuestro camino con alegría. Personalmente siento una gran gratitud por poder participar de esta manera en la educación de los hijos y estar presente para compartir sus propios exitos.
Cuidando la relación con el trabajo
La manera en que nos relacionamos con nuestro trabajo es algo que nos determina de manera fundamental: cómo somos, cómo nos relacionamos con los demás y con la vida en su conjunto.El trabajo puede convertirse con facilidad en una fuerte adicción y si no prestamos atención nos encontramos de pronto trabajando de manera compulsiva. Debemos tener cuidado con nuestros patrones de comportamiento. Nuestra manera de pensar determina cómo actuamos, por eso debemos parar y preguntar ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué? Esa toma de conciencia sobre nuestros hábitos hacen que pierdan fuerza. Luego es más sencillo volver al trabajo sin sentimientos de culpa ni angustia. Debemos encontrar el tiempo para disfrutar de nuestros intereses personales y familiares, manteniendo un verdadero contacto con la vida. Dedicar un tiempo a pararse, respirar con calma y tomar contacto con nuestros sentimientos y nuestro ser interno. Entonces es muy posible que nos demos cuenta que la idea de éxito que nos llega desde la sociedad no es lo que nosotros andamos buscando. Apreciamos el éxito de hacer nuestro trabajo de hoy y seguir aprendiendo.
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