Un tema interesante, y sobre el que merece la pena reflexionar como freelance, es la manera en que llega a nosotros un nuevo encargo. Me consta que una de las inquietudes que todos tenemos al comenzar a trabajar como autónomos es cuestionarnos cómo conseguir nuevos clientes. Al comenzar nuestras carreras como diseñadores freelance habitualmente carecemos de la experiencia y de los contactos, y nos preguntamos por dónde empezar. Creo que es casi imprescindible (desde luego recomendable) tener una experiencia primero como trabajador por cuenta ajena, ya sea en un estudio de diseño, en una editorial, agencia de publicidad, redacción de revista... y si tenemos la posibilidad de tocar varios de estos sectores antes de ponernos a trabajar por nuestra cuenta —y riesgo— mucho mejor. Independientemente de nuestra capacidad creativa, de muestras capacidades de comunicación para entender lo que cada cliente busca a la hora de realizar un encargo de diseño, desde el primer momento debemos poder responder con un trabajo profesional.
En alguna ocasión un diseñador novel se ha puesto en contacto conmigo para hacerme llegar su curriculum y su portfolio. No tengo hoy en día la capacidad de tener colaboradores estables, y aunque en ocasiones puedo jugar con la idea de cómo crecer empresarialmente en un futuro, realmente no estoy seguro de que pueda llegarme a compensar; la parte que más me agrada de este trabajo es lo que tiene de artesano y creativo, y mis capacidades empresariales aunque por necesidad algo voy aprendiendo, nunca serán mi fuerte. Sin embargo siempre me gusta poder aportar algún consejo y algunas palabras de ánimo.
No creo que sea necesario grandes campañas de marketing, personalmente considero que es bastante invasivo llamar de una manera indiscriminada a posibles clientes cuyos teléfonos o correos hemos conseguido de segunda mano. Creo que es necesario, ahora especialmente en tiempos de crisis, estar atentos a las pequeñas oportunidades que surgen cada día.
Debemos cultivar las condiciones para que nuestra pequeña empresa siga adelante, de la misma manera que un jardinero abona la tierra, planta las semillas y cuida las plantas para que llegado el momento algunas de esas plantas de sus frutos. Si tenemos unas expectativas muy concretas, si esperamos determinado fruto en determinado momento, seguramente nos vamos a frustrar. El secreto es hacer ese trabajo con dedicación y desapego... y los frutos llegarán de la manera más inesperada. Quizá pueda parecer idealista, a mi muchas veces me parece un milagro cómo el trabajo sigue llegando, pero puedo comprobar con cierta satisfacción que llevo ya diez años de trabajador independiente.
Este año realicé un crisma para El Bosque, con un resultado que me agradó y decidí aprovechar la ilustración para, realizando los ajustes apropiados utilizar este crisma en este mismo blog y también enviarlo a unos cuantos amigos y/o clientes. La razón de esta «promoción» no es tanto buscar clientes sino compartir algo que he disfrutado haciendo y que pienso puede aportar un mensaje de cariño. Con algunas de las personas de las que envie la felicitación llevaba mucho tiempo sin tener contacto: había pasado el tiempo y no habiamos tenido ocasión de hablar o escribirlos, sencillamante no habiamos vuelto a coincidir; pero al encontrar su correo repasando la agenda de contactos pensé que me gustaría darles algo personal (el crisma).
El caso es que prácticamente la totalidad de las personas a las que remití ese correo de felicitación Navideña y de buenos deseos me respondió en pocos días; siempre de manera afectuosa. Koldo Aldai con el que había colaborado cuando maqueté el último boletín de la Fundación Ananta, me llamó sencillamente porque le había gustado la ilustración. Ahí quedo esa semilla plantada. Los frutos a nivel personal llegaron con creces en pocos días.
Hace poco Koldo se puso de nuevo en contacto conmigo pues buscaban una ilustración para el material del Foro Espiritual de Estella. Había visto la linea en que quería que fuera la ñinea gráfica del foro de este año al tener en mente aquella ilustración que había visto en Navidad. Una ilustración respondiendo a la idea de color y alegría que aporta el logotipo y la tipografía, presente ya en la gráfica de años anteriores y que querían mantener.
Para mi ha sido muy grato trabajar en este proyecto y compartir el entusiasmo con el que Koldo se entrega a su trabajo. Quiero recomendaros, a los que no le conozcáis, que busquéis en internet sus escritos. Koldo ve los acontecimientos de la actualidad desde una óptica lúcida y optimista. El realmente ve las oportunidades de esta crisis que vivimos y plantea alternativa... y las lleva a cabo, me consta. Todo un ejemplo.
Realmente me siento muy agradecido por su generosidad.
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